En terreno: Fuente Mardoqueo

Partamos por el final: de vuelta, espiaba yo a dos jubilados que conversaban en el metro sobre lo caro que está todo. Que cuando las cosas no estaban tan caras, hacían cuatro comidas al día, pero ahora prefieren levantarse más tarde (a las 11), hacer un desayuno-almuerzo y antes de acostarse tomar once. Un té y, cómo no, un pan. Porque si no hay pan, ¿qué comida es esa?

En ese momento, aparte de las sensibilidades despertadas por el caso pero que no caben en este blog, subrayé mentalmente: los chilenos seremos siempre comedores de pan. Siempre. Invierno, verano, con PIB creciendo al 7 o al 2%, jóvenes o viejos, en la línea 1 o la 5 del metro.

Veníamos de almorzar en la Fuente Mardoqueo. Celebrábamos a nuestro amigo J. y nos tentaron las recomendaciones anónimas -pero bien intencionadas, acertadas- que nos han soplado. Se tiene mucha fe el local, no tiene falsas modestias ni menos falsas pretensiones. O sea, tiene carácter y afirma: el mejor lomito de Chile. ¿Sabe usted qué implicancias tiene esa declaración? Que uno entra al local con el lomito de la Fuente Alemana en la memoria, alborotando las papilas y despertando la exigencia. Y el boliche no arruga, tiene sus argumentos claros y no está alardeando de algo que no tenga, que es un pecado mucho más grave que no tener. Mardoqueo es, en resumen, pura dignidad, pura verdad, pantalones largos.

foto via UnoCome
foto vía UnoCome

Pedimos lomito, obvio, corregimos al distraido que pensó en un churrasco incluso. No hubo cómo disuadir a la que pidió pollo, pero llegamos a confundirnos de lo buena que se veía la porción. Las variedades de sánguche fueron italiano, tomate-chucrut, palta-mayo. Acompañamos con gaseosas en lata. Destaca el pan frica, que llega bien calentito, bien fresco, bien cargado. La preparación bávara del lomito supone cortes muy bien logrados que permiten degustar la fibra tierna del cerdo, un cimiento firme en el que reposan los ingredientes que las maestras sangucheras disponen sin mezquindad. La grasa está presente -sino ¿cuál es la gracia?- sin atosigar, sin caer pesada. Recomendable receta.

Por otro lado, el local ofrece una descollante variedad de salsas: aji en diversas preparaciones, mostazas chilena y alemana, pebres, una salsa barbecue propia, ketchup si no se está para experiencias nuevas. Destacaría una preparación picante, con ajo y oliva que se ve natural y casera. El tamaño de los sánguches permite, sobradamente, probarlas todas. Y quedar con ganas de volver.

Un buen sánguche no sobrepasa la barrera de los $3000, y las bebidas valen $600 (no hay cervezas). Dificil dictaminar si es o no el mejor lomito del país. Pero el desafío propuesto es un deleite y Mardoqueo convoca a tomárselo muy en serio.

Ficha

22/10/08
Fuente Mardoqueo, celebrando a J.
Lomito bávaro con tomate y chucrut más bebida

14 comentarios en “En terreno: Fuente Mardoqueo

  1. Ahora tienen la media carta de cervezas y shop en la fuente mardoco, los que hemos ido cachamos que es lejos mejor que la fuente alemana y porque el lomito es mas rico y punto.
    Un fanatico

    1. Todos tienen clarisimo, que en la Fuente Mardoqueo, se como el mejor lomito de Chile.
      Lejos, sin apelaciones.
      Soy un fanatico mas

    2. Es bueno, pero el Lomito Completo de la Fuente Alemana es superior. Indestronable. Será quizás por moda que algunos hablan de que Mardoqueo es mejor, o quizás porque no conocen la Fuente Alemana y hablan por hablar, o porque tienen lija en la lengua, no sé, pero si hablamos de lomito, Fuente Alemana es el nombre. De todas formas, Mardoqueo es una buena alternativa.

    3. La Fuente Alemana está sobrevalorada. Si bien el lomito es rico, casi tan exquisito como el de Mardoqueo, no lo ha superado ninguna de las 3 veces que he ido. Si es por un sánguche de la F.A., me quedo con el Rumano completo, ahí sí hay un campeón sanguchístico.

  2. Mi esposa por recomendacion de un compi de pega me llevo el martes recien pasado… Simplemente exquisito!!!!

    Mis felicitaciones a todos!!!!

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